Los componentes de un producto autoadhesivo son la lámina, el adhesivo y el soporte. Cada uno de ellos juega un papel principal en un momento concreto de la vida de una etiqueta. La lámina será la parte visible y la que determinará la calidad de la impresión, el adhesivo será fundamental en la adhesión sobre el producto y el soporte protegerá el adhesivo y permitirá el troquelado o el desmallado a alta velocidad.